21 julio 2011

Hijo de la putes

Hoy sábado por la noche…
Ningún plan y me encuentro en casa solita, mi “bichu” pego con una suplencia
Y partió en busca de unos pesos.
Un tanto raro después de tantos finde juntas, pero bueh! en esto consiste.
…la vida…o al menos eso creo.
La vida…
Bien sabido lo tengo (por mi trabajo) es un abrir y cerrar de ojos
El tema es cuan capaces somos de aceptar lo que nuestra mismísima vida nos propone.
O el tema podría ser… cuando por factores externos a nosotros mismos, nos vemos obligados a aceptar lo que la vida nos marca, teniendo presente que esa aceptación esta íntimamente ligada a un sentimiento, que no puede pasarse por alto, por ser justamente “amor”… y hablo de ese amor de madre, o ese amor de hija… digo un tanto complejo mas aun cuando la vida pende de un hilo y uno sabe que con un gesto puede regalarse un poco de paz.
Paz… para la vieja que tanto amo, pero que lamentablemente se altera en mí, al darme cuenta que siempre hay algún hijo de la putes que quiere aprovechar la volteada. Sostengo, que no se puede perdonar a un “animal” que en un acto irracional y discriminatorio arremetió con violencia, sin medir ni reparar en padre ni madre, esposa ni hermana, hijos ni sobrinos y que hoy condenado y aislado por su propio actuar intenta redimirse a costa de las flaquezas del otro.
Siento viciado el aire que hoy respiro y temo que las circunstancias me obliguen a ponerme justo ahí, en ese lugar que verdaderamente ya no quiero estar, en ese lugar que absolutamente nadie me puede acompañar.