28 noviembre 2010

vientos

Dada las circunstancias y los vientos que se avecinan por mis pagos, decidí retomar mis sesiones de reiki, ese es el modo que encuentro para mantener mi equilibrio y no salir corriendo…tipo mujer desesperada.
Ayer le decía justamente a Vero, en mi terapia, que no logro dejar fluir el momento y entro en pánico.
Es que esto de tener destino de vivienda incierto, con los años que ya comienzan a pesar, no me lo estoy bancando.
Una utopia…
es eso de querer que aparezca un hada madrina y resuelva los problemas, sueño con que algún personaje me diga: … esta es la solución: hace esto, hace aquello y el bla, bla, bla.
Es inevitable que en nuestro desarrollo de vida no vayamos incorporándole a la misma los avatares del día a día.
Sin querer nos encontramos con responsabilidades adquiridas que ya no podemos deshacer… y nos guste o no las incluimos hasta el final de nuestro existir.
El tema creo que pasa por darle la importancia necesaria a cada momento y el valor justo a cada cosa.
Pasa por ir cambiando nuestros valores y generar un despertar de conciencia, sin desesperarnos,
Creer que la vida tiene mucho para sorprendernos,
Que el sufrimiento nos ayuda a crecer y nunca será más del que verdaderamente estemos preparados para soportar.
Simplemente todo, absolutamente todo… pasa por creerlo nosotros mismos.

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